Barbie y la importancia de proteger tu marca.
Vas caminando por el pasillo de tu cine favorito y de repente ves uno de los anuncios promocionales que solo contiene un cartel en color rosa y dice “Julio 2023”, y es ahí donde sabes que se trata de una película de Barbie, sin más detalles al respecto.
Recordemos que en 2007, se lanzó a la pantalla grande la película “Transformers” en donde el coche más icónico de la serie no fue prestado por la titular de su marca por diversos motivos, por lo que adaptaron el guion para que fuera otra compañía la que prestara uno de sus modelos de auto y, debido al éxito de la película, en la segunda parte de la serie fueron muchas empresas las que quisieron colaborar con la película prestando sus marcas para aumentar sus ventas a través de este tipo de promoción. En el caso de Barbie pasó lo contrario, fueron muchas las marcas que hicieron una fila para poder participar en el tan esperado film, pues de una u otra forma todos sabían que Barbie tendría que ser un éxito para quien la ame o la odie o para quien simplemente nunca tuvo una.
Hablemos de la marca.
Hoy en día, Barbie es una marca propiedad de Mattel. La muñeca fue lanzada en 1959, por su creadora Ruth Handler, quien, además, fue la creadora de la hoy famosa empresa de juguetes y quien en un inicio jamás se imaginó que consolidaría una importante industria juguetera. Ruth se inspiró en su hija para crear esta muñeca, y no hablamos de una inspiración física, sino que se dio cuenta de que a las niñas les podría interesar más jugar con muñecas que fueran como ellas quisieran ser de grandes, que fueran diferentes al estereotipo de muñecas vendidas en aquella época. El nombre de Barbie, viene de Bárbara, que era el nombre de su hija y el slogan de la marca fue, y sigue siendo, “tú puedes ser lo que quieras ser”, inspirando a todas las niñas a tener muñecas que fueran una visión del futuro y no una recreación de su infancia.
Con el paso del tiempo, la marca ha lanzado al mercado distintas muñecas que tienen profesiones diferentes, colores de pelo diferentes, looks que pueden ser cambiados al gusto de sus dueñas y accesorios apegados a la realidad como automóviles, casas, mascotas, y todo lo que un universo real puede recrear en plástico rosa.
Para Barbie, lo único que no pasa es el tiempo, pues con el paso de los años ha impuesto modas y demostrado que todas están incluidas en este mundo de belleza y glamour, pues es cierto, al principio era un estereotipo de mujer delgada, hermosa, elegante, pero lo cierto es que a través de esta marca y de sus productos, la empresa ha logrado fomentar la inclusión, lanzando al mercado muñecas con capacidades diferentes, cuerpos diferentes e incluso, muñecas que no necesariamente usan tacones todo el tiempo. Ruth Handler jamás imaginó que una muñeca se volvería un ícono reconocido mundialmente y que marcaría tantas tendencias.
¿Qué nos enseña el día de hoy esta muñeca, desde el punto de vista de la propiedad intelectual?
Pasemos a recordar lo que nuestra legislación protege como Trade Dress o imagen comercial a la “pluralidad de elementos operativos o de imagen, incluidos entre otros, el tamaño, diseño, color, disposición de la forma, etiqueta, empaque, decoración o cualquier otro que, al combinarse, distingan productos o servicios en el mercado”. Así, tenemos que todas las marcas y elementos que acompañan a Barbie: Ken, Chelsea, Stacie, Skipper, así como los icónicos talones en punta, el color rosa, y el slogan “tú puedes ser lo que quieras ser”, se asocian a la marca sin necesidad de estar siempre unidos, pues ya todos forman la imagen comercial de esta icónica marca que podría verse representada por una simple muñeca que se vende en una caja con algunos accesorios, pero que a su vez, ha demostrado poder generar ganancias impensables no solo para la actual titular de su marca, la empresa Mattel, sino para todas aquellas empresas que han colaborado con Barbie para formar parte de su universo.
El éxito de una marca
Barbie hoy en día es un boom, pues el lanzamiento de su película no solo recuperó a todo ese público que alguna vez jugó con la muñeca y hoy solo la tiene guardada como un recuerdo de su infancia, sino que, atrajo a nuevos fanáticos que ahora ven a la muñeca como un ícono de moda o algo más, como una oportunidad de que sus marcas también sean parte de ese tan importante boom. Generó que empresas importantes en la industria actual quisieran colaborar con Mattel para poder entrar a este universo rosa y crear campañas que impulsen también sus mercados, colaborando con licencias de marcas para generar un crecimiento simbiótico de sus marcas.
Así tenemos que Xbox lanzó al mercado una consola color Rosa Barbie de edición limitada que, acompañada de sus controles del mismo color, estarán disponibles para todos los fanáticos de ambas marcas. Por otra parte, Airbnb también anunció que la mansión Barbie estará disponible en Malibú a finales de año para ser ocupada por quienes lo deseen (y lo puedan costear). GAP, FOREVER 21, REVLON, BALMAIN, NYX, ALDO, BÉIS, CHI y ZARA son otras de las empresas de la industria de la moda y belleza que están lanzando campañas con licencias de Barbie y que, evidentemente, están generando ganancias al por mayor gracias a todos los productos que, inspirados en la película y el famoso personaje, están enloqueciendo a los antiguos y nuevos fanáticos de la muñeca.
¿Qué nos enseña Barbie?
Que efectivamente, podemos ser lo que queremos ser. Como emprendedor, dueño de una pequeña o mediana empresa, o incluso de una empresa consolidada, tenemos que usar este ejemplo para darnos cuenta del posicionamiento que puede lograr una marca no solo para el titular de la misma, sino para los que la rodean.
Barbie es un fenómeno fuera de serie con años y años de prueba y error en los mercados internacionales, sin embargo, quien inició con esto no se imaginó jamás que llegaría tan lejos, pero lo logró. Por eso, Barbie es hoy en día un anuncio a todos aquellos emprendedores de la importancia de siempre proteger sus creaciones intelectuales, pues no hay mejor inversión que proteger lo que has creado ya que solo así podrás impulsar tu negocio, protegerlo de terceros y, quién sabe, alguna vez volverte un boom en donde también hagan fila para colaborar con tu marca.
Debes recordar, que sin importar la inversión inicial que pueda a veces implicar un sacrificio económico, las marcas siempre serán activos intangibles que pueden retribuir de formas tan nobles como su carácter etéreo, pues es cierto, podrás cambiarte de país, de ciudad, de casa, pero tu marca siempre irá contigo a donde estés, impulsando el crecimiento de tu negocio, aún a mundos de plástico rosa.
Ana Matilde Zárate